¡Mentiras!, que muchos creen, sobre los seguros.
En el mundo de los seguros abundan los mitos, y muchos los evitan por ideas que poco tienen que ver con la realidad. En esta entrada, desmentimos las creencias más comunes —como que los seguros “no pagan” o que “son solo para ricos”— con un estilo divertido y sin tecnicismos. Descubre por qué contratar un seguro puede ser una de las decisiones más inteligentes que tomes… antes de que el drama comience.
AHORROCULTURA FINANCIERASEGUROS
Yhitzaacc Gil
7/3/20251 min read


Todos hemos escuchado frases sobre los seguros que suenan más a leyenda urbana que a realidad. En este blog rompemos mitos, con drama incluido (porque si no hay drama, no hay México) al puro estilo de “Mentiras: la serie”. Prepárate para conocer las falsas creencias más comunes sobre los seguros… y lo que realmente hay detrás.
Mentira 1: "No necesito el seguro, estoy joven"
¡Clásico! Como si la juventud fuera repelente de accidentes o enfermedades.
La verdad: los seguros se contratan cuando estás bien, no cuando ya estás en apuros. Si esperas a necesitarlo, puede que ya no seas candidato o que te salga carísimo. Mejor prevenir que estar rezando en urgencias.
Mentira 2: "Yo mejor ahorro por mi cuenta"
Qué bonito suena… hasta que llega una emergencia y ese ahorro ya se convirtió en viaje, celular nuevo o taquitos al pastor 🤤
La verdad: los seguros no compiten con tu ahorro, lo protegen. Son un respaldo financiero ante lo inesperado, para que tus metas no se tambaleen cuando la vida te dé un giro de novela.
Mentira 3: "Los seguros no pagan"
La favorita del “me contó un primo de un amigo que leyó en Facebook”.
La verdad: sí pagan, pero como todo contrato, hay términos y condiciones. Si no lo entiendes, para eso estoy yo: tu asesor de confianza, para explicarte todo sin letra chiquita y sin rodeos.
Mentira 4: "Eso es para gente con mucho dinero"
¡Error! Pensar que los seguros son un lujo es como decir que el cinturón de seguridad es solo para millonarios.
La verdad: hay seguros accesibles para distintos presupuestos y estilos de vida. Se trata de proteger lo que tienes, no de gastar lo que no tienes.
Final:
El seguro que no contratas hoy… es el que vas a extrañar mañana.
Que tu historia no sea un drama financiero. Mejor que sea una comedia con final feliz (y asegurado).